¿Se debe permitir que los gimnasios estén abiertos o son demasiado riesgosos? Un nuevo estudio de la Universidad de Oslo apoya que la reapertura de los gimnasios no aumenta significativamente las tasas de transmisión de corona.
Cerca de 4000 noruegos fueron asignados al azar para tener acceso al gimnasio o no. Las normas de distanciamiento social estaban vigentes en cualquiera de los grupos.
La mayoría de los participantes con síntomas similares a COVID19 resultaron no tener realmente corona. Se verificó que solo 1 persona en el grupo yendo al gym contactó a corona, y el rastreo de contactos reveló que lo obtuvo del lugar de trabajo, no del gimnasio. Tampoco se volvió sintomático.
«Con buenas medidas de higiene y distanciamiento social, no hubo un aumento de la propagación de COVID-19 en las instalaciones de entrenamiento».
La falta de propagación de enfermedades en los gimnasios es probablemente atribuible al muy bajo riesgo de salud COVID19 de la población que va al gimnasio. En una población sin comorbilidades u obesidad por debajo de los 50 años, el riesgo de morir en un accidente de tráfico este año es a menudo mayor que morir por corona.
También podemos inferir la seguridad del gimnasio en función de la efectividad del confinamiento en su conjunto para reducir la propagación de la corona. Leffler y col. acaba de analizar los datos de mortalidad de 198 países para determinar qué factores se asociaron con más o menos diseminación de COVID19.
No hubo una relación significativa entre el tiempo de confinamiento y la mortalidad por COVID19, lo que sugiere que los bloqueos no están disminuyendo las tasas de mortalidad. Investigaciones previas sobre otras enfermedades también habían demostrado que, en el mejor de los casos, hay evidencia mixta para el confinamiento y la disminución de propagación de enfermedades.
Las prohibiciones en grandes reuniones, el cierre de escuelas y el cierre de negocios tampoco se asociaron significativamente con las tasas de mortalidad de la corona. Sin embargo, los cierres de fronteras se asociaron con una tasa de mortalidad más baja.
Las tasas de mortalidad se relacionaron principalmente con la salud general de la población, en particular las tasas de obesidad y la edad.
Si bien intuitivamente se puede pensar que el confinamiento seguramente debe funcionar, las redes sociales generalmente tienen algunas hiperconexiones, como supermercados y deliveries.
Un hecho interesante que resulta de esto es que la mayoría de las personas en un país están conectadas a su presidente / PM / rey / reina en no más de 5 conexiones. Las conexiones aleatorias 1 a 1 en población general constituyen relativamente poco de la conectividad total de la red.
El distanciamiento social, el uso de máscaras, etc. también generalmente requieren la colaboración de al menos el 80% de la población para ser tan efectivas en la práctica como podrían ser en teoría.
Entonces, la efectividad de cualquier confinamiento se disminuye drásticamente una vez que una epidemia ya ha comenzado y no se realiza un confinamiento completo, lo que es prácticamente inviable sin la ley marcial en los países occidentales
ESTUDIO: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.06.24.20138768v2
