Está bastante extendida la costumbre de cambiar la rutina de entrenamiento cada 4 o 6 semanas. Lo que se suele decir es que hay que cambiar para que el cuerpo no se “acostumbre” al entrenamiento y pare de adaptarse.
¿Hasta cuándo tengo que hacer esta rutina?, cambiar completamente la rutina de musculación cada 4 semanas es uno de los mayores mitos en el mundo del entrenamiento. Lo que terminas viendo es un progreso ilusorio
Progreso Ilusorio
La primera semana que realizas un nuevo programa, el rendimiento es bajo simplemente porque algunos ejercicios resultan incómodos (por la falta de costumbre) o porque tu ritmo está fuera de tono.
Para la segunda semana, ya estás más acostumbrado a los movimientos y sientes que “coges la onda”. Como resultado tus pesos suben. En la tercera semana tu sistema nervioso ya es más eficiente y sincroniza mejor las fibras musculares involucradas en el movimiento, reclutando más fibras rápidas. Por eso, suele producirse un buen salto en los números en esa tercera semana, que se debe sobre todo a adaptaciones neurales y que pueden ocurrir sin tan siquiera una ligera ganancia de músculo.
Para la cuarta semana, esas adaptaciones neurales rápidas ya han pasado y el progreso se ralentiza. Y es ahí donde se suele cambiar la rutina, por lo que vuelve a repetirse el ciclo, creándose una ilusión de progreso. Pero en realidad no están ni ganando fuerza ni ganando masa muscular. Esta es una técnica aplicada por muchos entrenadores y les hacen creer a las personas que están progresando pero en realidad no es así.
Lo que hay que tener en cuenta
Al hacer ejercicio, el cuerpo recibe estrés y se adapta de forma que, cuando vuelva a ser expuesto a ese estrés, esté mejor preparado para sobrellevarlo. Al hacer eso, el cuerpo siempre va a buscar la solución más económica y mejorar la eficiencia neural es mucho más económico que construir nuevo músculo.
Alimentar la construcción de medio kilogramo de músculo cuesta bastante calorías. Además, el añadir más músculo al cuerpo va a aumentar los requerimientos energéticos del mismo de ahí en adelante. Dicho de forma simple, el cuerpo evitará crear músculo a menos que se vea obligado a hacerlo. Así que si la elección está entre aumentar músculo, o simplemente mejorar la eficiencia neural, el cuerpo va a optar por lo segundo el 100% de las veces.
Para que el cuerpo comience a crear músculo, primero tiene que agotar el recurso de la adaptación neural. Cuando el progreso neural se detiene, se verá obligado a crear músculo para satisfacer la demanda del entrenamiento.
Continuar con los movimientos
Una de las mejores métodos para hacerle seguimiento a el progreso es mantener los mismos ejercicios especialmente aquellos multi-articulares por bastante tiempo, ¿Cuanto tiempo? Todo va a depender de tu experiencia pero yo diría que en promedio por 3-6 meses dependiendo del caso, mientras más nuevo seas en el gym más tiempo debes mantener los mismos ejercicios para que agotes las adaptaciones neurales y empieces a ganar músculo. Los ejercicios aislados pueden ser rotados con más frecuencia pero los compuestos deben seguir siendo la base de tu programa.
Si tienes un coach que te está cambiando la rutina cada 2-4 semanas (especialmente los ejercicios compuesto) probablemente deberías preguntar porque.
Fuente: masfuertequeelhierro