El azúcar es una de las sustancias más temidas y criticadas, está en alerta roja y la recomendación es evitarla a como de lugar, pero no es tan mala como dicen muchos. No, en realidad no lo es. Según muchos, el azúcar es la culpable de todos los males de este planeta,  solo voy a hablar de los mitos más populares y a ver que dice la ciencia. 

El azúcar es la responsable de la epidemia de obesidad. Se culpa al azúcar de causar obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y renales. El gran problema de este alimento es su consumo excesivo, que proviene en gran medida de su ingesta a través de alimentos procesados los cuales incluyen grandes cantidades de azúcar de las que el consumidor no siempre es consciente. Por ejemplo, en el Reino Unido, USA y Australia durante los últimos años el consumo de azúcar ha disminuido pero la obesidad ha seguido aumentando. Lo que causa la obesidad es el exceso de energía. Ocurre que los alimentos más sabrosos y más fáciles de sobre consumir contienen altas cantidades de azúcar y grasa, lo que de verdad está causando la epidemia de obesidad es el consumo de alimentos sabrosos en EXCESO y el sedentarismo. 

El azúcar es tan adictiva como la droga. La realidad es que existen diversos estudios que entran en conflicto en lo que respecta a la adición del azúcar. Un estudio relacionó el ansia de ingerir cosas dulces con el centro de recompensas del cerebro que es inducido por las drogas adictivas. En aquel estudio se concluyó que el azúcar podía ser incluso más adictiva que la cocaína. Sin embargo, muchos estudios refutan los hallazgos del estudio antes mencionado, empezando porque sólo pueden observarse comportamientos parecidos a una adicción en roedores cuando estos animales son limitados a consumir azúcar durante determinado horario cada día. Cuando se les permite ingerir azúcar libremente como sucede con los humanos las propiedades adictivas del compuesto se desvanecen. Una sustancia adictiva es aquella que el organismo necesita en cantidades cada vez mayores para satisfacer sus necesidades, lo que provoca, en caso de abstinencia, una serie de síntomas desagradables. De hecho, el organismo no es capaz de diferenciar entre el azúcar presente en una fruta como por ejemplo, la manzana y un terrón de azúcar. Si la adicción a la azúcar existe ¿Has escuchado alguna vez a alguien decir que no puede parar de comer azúcar blanca de mesa o parar de comer manzanas?, peor aún ¿Alguna vez has escuchado a alguien adicto a la miel, a alguien que entro en un supermercado de noche en busca de azúcar o alguien que mato por o bajo los efecto del azúcar?. La respuesta a estas preguntas es NO. Por otro lado, yo si he escuchado a alguien que mato, robo o murió de sobredosis por cocaína. Comparar el azúcar con la droga es absurdo. Lo único que estas personas tienen son malos hábitos alimenticios y una terrible relación con la comida.

El azúcar alimenta las células cancerígenas. No. Si bien los estudios de investigación han indicado que las células cancerosas consumen más azúcar (glucosa) que las células normales, ningún estudio ha demostrado que consumir azúcar hará que su cáncer empeore o que si se dejas de consumir azúcar el cáncer disminuye o desaparece. No obstante, una alimentación con un alto contenido de azúcar puede tener como consecuencia un aumento excesivo de peso y la obesidad está asociada a un riesgo elevado de padecer varios tipos de cáncer. • Hay que evitar la azúcar para evitar enfermedades. Falso. Debe ser consumida con moderación y dentro de una alimentación balanceada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere limitar el consumo a menos del 10% de la ingesta calórica total, lo que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas) en el caso de una persona con un peso saludable. Esta recomendación la basan en higiene bucal más allá de tratar de prevenir cualquier enfermedad ya que las bacterias en la boca usan esta sustancia para producir ácido y desmineralizar los dientes. El azúcar no promueve ni empeora ninguna enfermedad, siempre y cuando esta sea consumida en moderación dentro de una dieta balanceada. Al menos que tengas una condición médica, si llevas un dieta bastante variada y saludable, el azúcar es de lo que menos te tienes que preocupar.

Cuando hablo de azúcar me refiero a todo tipo de azúcar que puedas escuchar en las redes y por parte de nutricionistas: fructuosa, glucosa, maltodextrina, sacarosa, etc. LO ÚNICO MALO ES EL EXCESO, NO LA SUSTANCIA EN SÍ.